jueves, 12 de julio de 2018

Ariel en Vedette

Buenas noches amigos, hoy les traigo un relato de estética masculina, ya les he contado de esta estética ubicada en el centro de la ciudad, pero hoy fue lo mejor que he encontrado. Se llamaba Ariel (así me dijo).

Llegué ya un poco tarde a la mencionada estética, un poco después de las 8, entro y ahí estaba Ariel, me dice que solo están ella y otra chica de momento, que igual puedo regresar mañana y habrá más chicas disponibles, le digo de manera cortés que mejor con ella, que ella me gustó, me pasa a un cuarto agradable, aunque un poco pequeño y frío, me dice que en seguida vuelve, que me ponga cómodo, había agua caliente, así como me gusta, así que le hago caso a Ariel y me pongo cómodo, tomándome un regaderazo con agua bien caliente; después de aproximadamente 7 minutos regresa, y yo me seguía bañando, así que le pido que me pase la toalla que de manera amable accede, termino de secarme y como siempre, me pongo desodorante y perfume, ella me pregunta que si quiero masaje o quiero pasar directo al servicio, le digo que pasemos directo al servicio.



Ariel era una chica de tez blanca, jóven, me dijo que tenía 19 años, un poco bajita, 1.55 a lo mucho, no tan delgada, pero no gorda, los pechos pequeños, pero bien paraditos y pezones blancos, unas piernas muy bien torneadas, y perfectamente depiladas y humectadas y unas nalgas bastante aceptables, tenía una cara muy bonita y unos labios carnozos, casi no estaba maquillada, pero aún así se veía espectacular.

Empezamos con el servicio y empezamos primero con el cachondeo, mis labios recorrían toda su piel y mis manos apretaban sus pechos, ella me masturbaba mientras también me daba besos en el cuello y en el cuerpo, mis manos pasaban de sus pechos a sus nalgas y mis labios de un pecho al otro. Estuvimos así unos minutos hasta que saco el condón de su envoltura y empezó a ponérmelo, me lo puso con la boca, fue un infinito placer sentir como se iba poniendo el condón con su boquita.

Empezó a hacerme un sexo oral magistral, alzaba su mirada para verme, me veía con unos ojos pícaros, mientras mi miembro se perdía en su garganta, le cabía toda, después la sacaba y metía otra vez y en ocasiones la chupaba como si fuera paleta, pero lo que mas me gustó fue su mirada, como me veía de manera inocente y pervertida a la vez.

La pongo de pie y me pongo a su espalda mientras le beso el cuello y le aprieto los pechos, la volteo y la recuesto en el camastro, yo de pie, y ella acostada boca arriba. La penetro de una, y en ese mismo instante comienzo a sentir lo apretada que está, visiblemente la veo agitada, un poco colorada, y empieza a gemir, noto sus puños apretados y escucho el sonido del placer, comienza a decirme que que rico la cojo, me jale de los cabellos mientras mis manos aprietan sus pechos. Con mis manos apretando sus pechos y mi pene dentro de ella, le doy un beso en la boca, mismo que me corresponde, empiezo a aumentar el ritmo, y después a cambiarlo, estoy apunto de terminar, pero no he quedado satisfecho, así que pasamos al sillón tántrico para una nueva posición, yo me acuesto y ella se sienta sobre mí, viéndonos cara a cara y comienza su movimiento, su ritmo. Yo la tomo de la cintura para acompañar su movimiento y ella empieza a gemir más y mas, su piel esta empapada de sudor y mi boca esta en sus pechos. Ella me toma de la cabeza y me la empuja mas y mas a sus pechos, sigue gimiendo más y más fuerte, me dice que se va a venir, y aumenta la velocidad y la intensidad de sus gemidos, ella por fin termina, pero a mi aún me queda batería, ese cuerpecito joven y esa cara hermosa es para gozarla, así que nos vamos al camastro nuevamente y la pongo de a perrito. Empiezo a darle duro y a aumentar el ritmo y la fuerza de las embestidas y ella comienza nuevamente a gemir, me dice que ya esta sintiéndo otra vez, mis manos están tomando su cintura y su espalda, se ve y se siente todo el sudor que tiene. Por fin le doy dos últimas estocadas y llego al final.

Nos bañamos juntos y comenzamos a platicar,, me dice que tenía como 9 meses sin tener un orgasmo, tiene un tatuaje entre los pechos y me cuenta la historia del mismo, me dice que esta estudiando leyes y que quiere ser una buena abogada en el futuro, extrañamente y para mi grata sorpresa, no solo me estímulo el cuerpo, sino también la mente, ya que tuvimos una conversación que no tienes en esos lugares, hablamos de todo un poco, pues ya no quedaba mucho tiempo, pero hablamos de libros, de música, de historia; era una niña muy cultivada, por cierto no se llamaba Ariel, su nombre real es Alejandra; nos terminamos de cambiar, nos dimos un último beso y me fui con la promesa de regresar, y claro que volveré para volver a disfrutar de ese cuerpecito.

Cara: 9
Cuerpo: 9
Pechos: 8
Nalgas: 9
Piernas: 9
Actitud: 10
Precio: 500 x 30 min.


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