Viernes en la tarde y me dirijo a una estética masculina ubicada en López Mateos, se llama Cassanova, a unos metros del puente atirantado, al entrar me recibe una señora ya grande que era encargada del lugar, pero sentadas hay cinco chicas de muy buen ver, hace que las muchachas se presenten y sin lugar a dudas elijo a Dulce, una chica que aparentaba unos 20 años, delgada, bajita de
estatura, tenía el pelo pintado con unos mechones grises. Pago la cuota, que fue de 650 pesos por media hora, debo decir que el cuarto era bastante amplio, y no tenía una cama de masajes como la mayoría, este tenía cama con un colchón normal, la regadera era también bastante amplia, y tenía agua caliente, no me puedo quejar de las instalaciones para nada, al salir de bañarme, me echo perfume de desodorante como siempre, en eso estaba cuando llegó Dulce, me pregunto que si quería masaje, a lo que yo le contesté que no, que a lo que iba, me dijo con una voz pícara y sensual "Que bien, ya sabes a lo que vienen, así me gustan, seguros de sí mismos y que huelan bien, yo estaba sentado en la cama con la toalla amarrada a la cintura, ella se sentó a un lado mío y comenzó a besarme en la boca, su mano recorría mi cara, y me daba unos besos tiernos, como si realmente fuéramos novios, mis manos comenzaron a ir a sus pechos, que eran pequeños, pero estaban muy duros, erguidos, se le notaba la juventud, mi boca pasó de sus labios a sus pechos, y la recoste en la cama, mis manos recorrían sus piernas, sus nalgas, mientras mi boca seguía ocupada en sus pechos, iban de uno a otro, mi lengua se enrollaba en sus pezones y mis dientes los mordisqueaban, sentí como empezó a acelerar la respiración mientras daba unos pequeños gemidos que hacías que me excitara más y más, me volteó y quedo ella encima de mí, así que aprovechó para sacar de su bolsa un condón, el cual lo desenvolvió y me lo puso con la boca, que maravilla aquél oral, enrollaba su lengua en mi miembro, lo lamía como si fuera una paleta de hielo, se lo metía a la boca y podía verlo por sus mejillas, mi pene le cabía en toda la garganta y ademas de su cara hermosa y sus ojos que me miraban con picardía, veía desaparecer mi pene dentro de su boca, una vez dentro succionaba, fue maravilloso, yo ya no podía más, así que la levanté y me puse detrás de ella, los dos de pie, le besaba el cuello, mis manos le envolvían su cintura, después apretaban los pechos y recorrían sus piernas, volvimos a la cama, yo me recargue en la pared mientras ella se sentaba sobre mí, empezó a moverse, primero adelante-atrás y después en circulos, para esta alturas, ella ya gritaba "Que rico coges, más, más, por favor", yo no estaba dispuesto a terminar tan rápido, así que bajé el ritmo y me voltee, ahora ella quedó abajo y se lo saque, le di la mano para ayudarla a ponerse de pie, y una vez de pie, la recargue contra la pared. La penetré nuevamente, ella tenía las manos contra la pared, esas nalgas blancas y firmes levantadas y yo empecé a moverme primero lento y después rápido, la tome del cabello, me lo enrollé en el brazo mientras le daba estocadas cada vez mas rápidas y profundas, nuevamente se la saqué y la recoste en la cama, me puse encima de ella, y empezamos la de misionero, yo cambiaba de ritmo, primero rápido, después lento, después arriba-abajo, o en circulos, ella estaba que no saben, eran unos gritos que me excitaban aún más, ya no podía aguantar, así que aceleré el ritmo y termine, cuando terminé, sentí como apretó, sentí como apretaba mi pene de una manera maravillosa, me ayudó a quitarme el condón y me limpió con toallas húmedas, nos dimos un baño y me dijo "que rico me cogiste". Me vestí y me fui muy feliz.
Claro que volvería, la experiencia fue increíble
Instalaciones: 10
Precio: 650 x media hora o 1000 x 1/hr
Cuerpo: 9
Pechos 10 (pequeños pero blancos y firmes)
Nalgas: 8 (no tan grandes, pero muy bonitas y firmes)
Actitud: 10
Espero que este relato les haya gustado y les sirva como buena recomendación, si te gustó espero des un clic en alguno de los anuncios para ayudarme a seguir dándote recomendaciones.
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estatura, tenía el pelo pintado con unos mechones grises. Pago la cuota, que fue de 650 pesos por media hora, debo decir que el cuarto era bastante amplio, y no tenía una cama de masajes como la mayoría, este tenía cama con un colchón normal, la regadera era también bastante amplia, y tenía agua caliente, no me puedo quejar de las instalaciones para nada, al salir de bañarme, me echo perfume de desodorante como siempre, en eso estaba cuando llegó Dulce, me pregunto que si quería masaje, a lo que yo le contesté que no, que a lo que iba, me dijo con una voz pícara y sensual "Que bien, ya sabes a lo que vienen, así me gustan, seguros de sí mismos y que huelan bien, yo estaba sentado en la cama con la toalla amarrada a la cintura, ella se sentó a un lado mío y comenzó a besarme en la boca, su mano recorría mi cara, y me daba unos besos tiernos, como si realmente fuéramos novios, mis manos comenzaron a ir a sus pechos, que eran pequeños, pero estaban muy duros, erguidos, se le notaba la juventud, mi boca pasó de sus labios a sus pechos, y la recoste en la cama, mis manos recorrían sus piernas, sus nalgas, mientras mi boca seguía ocupada en sus pechos, iban de uno a otro, mi lengua se enrollaba en sus pezones y mis dientes los mordisqueaban, sentí como empezó a acelerar la respiración mientras daba unos pequeños gemidos que hacías que me excitara más y más, me volteó y quedo ella encima de mí, así que aprovechó para sacar de su bolsa un condón, el cual lo desenvolvió y me lo puso con la boca, que maravilla aquél oral, enrollaba su lengua en mi miembro, lo lamía como si fuera una paleta de hielo, se lo metía a la boca y podía verlo por sus mejillas, mi pene le cabía en toda la garganta y ademas de su cara hermosa y sus ojos que me miraban con picardía, veía desaparecer mi pene dentro de su boca, una vez dentro succionaba, fue maravilloso, yo ya no podía más, así que la levanté y me puse detrás de ella, los dos de pie, le besaba el cuello, mis manos le envolvían su cintura, después apretaban los pechos y recorrían sus piernas, volvimos a la cama, yo me recargue en la pared mientras ella se sentaba sobre mí, empezó a moverse, primero adelante-atrás y después en circulos, para esta alturas, ella ya gritaba "Que rico coges, más, más, por favor", yo no estaba dispuesto a terminar tan rápido, así que bajé el ritmo y me voltee, ahora ella quedó abajo y se lo saque, le di la mano para ayudarla a ponerse de pie, y una vez de pie, la recargue contra la pared. La penetré nuevamente, ella tenía las manos contra la pared, esas nalgas blancas y firmes levantadas y yo empecé a moverme primero lento y después rápido, la tome del cabello, me lo enrollé en el brazo mientras le daba estocadas cada vez mas rápidas y profundas, nuevamente se la saqué y la recoste en la cama, me puse encima de ella, y empezamos la de misionero, yo cambiaba de ritmo, primero rápido, después lento, después arriba-abajo, o en circulos, ella estaba que no saben, eran unos gritos que me excitaban aún más, ya no podía aguantar, así que aceleré el ritmo y termine, cuando terminé, sentí como apretó, sentí como apretaba mi pene de una manera maravillosa, me ayudó a quitarme el condón y me limpió con toallas húmedas, nos dimos un baño y me dijo "que rico me cogiste". Me vestí y me fui muy feliz.
Claro que volvería, la experiencia fue increíble
Instalaciones: 10
Precio: 650 x media hora o 1000 x 1/hr
Cuerpo: 9
Pechos 10 (pequeños pero blancos y firmes)
Nalgas: 8 (no tan grandes, pero muy bonitas y firmes)
Actitud: 10
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